Este año comenzamos la temporada con la boda de María y Jose Luis. Muchos nervios por ser la primera, por ser de tantos comensales y porque siempre hay nervios!. Fue el pasado 21 de junio, de mañana, y el día no pudo ser más bonito y soleado. la finca estaba preciosa, ya que en esta época del año las flores están en pleno apogeo.
Los detalles como la bicicleta o la jaula de flores ayudaban a crear un ambiente muy acogedor y agradable.
Fue una boda llena de detalles elaborados por la propia María y por Ana, la orgullosa madre del novio. En el baño, un kit de emergencia con todo lo que puedas necesitar para la celebración: toallitas, horquillas, pañuelos de papel, caramelos refrescantes… Todo ello en unas bolsitas de papel kraft personalizadas que colocamos en todos los baños.
Y para todas las invitadas, unos abanicos a la entrada de la finca para mitigar el calor de mediodía, y unas chanclas a la entrada del baile, que hizo la propia Ana.
La decoración de la carpa y los menús corrieron a cargo del 103, que como siempre estuvieron a la altura. La carpa estaba preciosa decorada en tonos azules con los centros de paniculata blanca.
El centro de los novios era espectacular, combinaba dos de mis flores favoritas, la paniculata y las hortensias, esta vez en rosa, que quedaba genial con el azul de los manteles.
A la entrada de la carpa el libro de firmas, que ya no puede faltar en ninguna boda para que los invitados dejen por escrito sus mejores deseos para la pareja… Esta vez lo pusieron en un bonito escritorio vintage junto a un árbol blanco del que colgaban fotos en blanco y negro de los novios de pequeños… tan tierno!
Durante el cóctel disfrutamos de la música de Chema Abascal Trío, que ya han venido varias veces a la finca, y crean con su música un ambiente cálido e inmejorable.
Los novios hicieron su entrada en un espectacular Bentley. María iba guapísima con un vestido muy sencillo, pero que le favorecía muchísimo, y un ramo de peonías rosa a juego con los zapatos que no podía ser más bonito… El vestido tenía una gran cola desmontable para poder disfrutar con más comodidad de la fiesta que vendría después…
Después del banquete, llegó la fiesta, que se prolongó durante toda el atardecer y parte de la noche en la pista de baile exterior y en el jardín. Al ser una boda de mediodía los novios quisieron que los invitados pudieran prolongar la velada todo lo que quisieran, y cenasen en la propia finca, y optaron por una recena completa que incluía una gran barbacoa al aire libre, que fue todo un éxito!
Como siempre montamos durante el baile un candy bar para los más golosos…
Muchas gracias chicos por habernos elegido para celebrar con vosotros un día tan mágico y especial