Hoy quiero recordar la boda de Ana y Pedro, que se celebró el día 3 de agosto, un día precioso y soleado. Fué una boda pequeñita, íntima, pero no por ello menos emotiva y divertida. Al final lo importante es compartir ese día con la gente que realmente te importa, y muchas veces es más facil hacerlo con 60 personas que con 250… pero vamos, que esto depende de cada pareja! yo mi boda quise hacerla pequeñita y al final acabamos 260….
Ellos ya llevaban mucho tiempo planeándolo, y quizás por ello Ana ese día estaba sorprendentemente tranquila… y guapísima, como no.
La finca lucía muy bonita, la lllenamos de detalles que hicieran sentir a los novios y a sus familiares como en casa. La verdad es que no tengo fotos, pero los novios para personalizarlo más hicieron el protocolo con fotos suyas, en diferentes momentos de su relación, y quedó precioso, y los meseros con lugares emblemáticos de Sigüenza y a la gente le encantó!
Los novios llegaron con puntualidad británica al cóctel (algo que es muy de agradecer…) y la fiesta comenzó justo al atardecer. Es difícil describir lo a gusto que se estaba y el buen rollo que había…
Para la carpa eligieron los tonos blancos y negros, que le daban un toque muy sofisticado muy acorde con la hora del día…
Y de la noche no tengo fotos… que por aquel entonces estaba yo muy embarazada como para trasnochar…. pero doy fe de que se lo pasaron muuuuy bien.
Chicos, un placer haberos conocido y haber colaborado en uno de vuestros días más especiales…

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